En conferencia, la doctora Cristina Preciado explicó cómo este estilo musical ha llegado
a representar una ruptura fronteriza cultural
A través de la conferencia “Imagen y texto en los corridos tumbados. Hablemos de
corridos tumbados” la doctora María Cristina Preciado Núñez, integrante del
Departamento de Letras del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades
(CUCSH) expuso que tras un año de investigación ha podido identificar la pandemia
como un detonante principal de la tríada de artistas clave para entender dicho género
musical: Natanael Cano, Junior H y Peso Pluma, así como los diversos contextos
sociales en que se ubican.
“A excepción de Natanael Cano, estos jóvenes son migrantes, por lo tanto, sus
canciones y letras son afectadas por este tema y los otros que se le relacionan, como
desigualdad, falta de oportunidades y discriminación. Tenemos que ser muy
observadores y críticos al momento de escuchar este género. El corrido tumbado, por
ejemplo, no puede ser entendido sin su video musical, ya que la letra, sin analizar ni
presenciar los elementos visuales, puede parecer que exhortan a la violencia; sin
embargo, muchas de ellas tocan sus contextos sociopolíticos”, comentó Preciado Núñez.
En su investigación ha podido detectar cómo estos artistas buscan conexiones genuinas
con su público, alejándose de los grandes medios de comunicación y rompiendo el
estereotipo de la mexicanidad: “No se visten como mexicanos, abandonan el sombrero y
el traje de charro porque saben que la mexicanidad está presente en sus vivencias, a
través de las letras y el sonido”, agregó.
Para la doctora Preciado Núñez, es de vital importancia comprender los orígenes y
motivaciones del corrido tumbado, así como diferenciarlo del llamado “corrido bélico”, el
cual, en muchas ocasiones, genera contenidos auditivos con apologías a la violencia,
señalando que, aunque algunos contenidos pueden ser delicados, tratan temas
personales para los artistas, mismos que pueden ser juzgados moralmente, sin
embargo, no sólo aparecen en este género, sino en otros como el pop, el rock, las
baladas y más.
Dijo que “por ejemplo, el álbum de Peso Pluma, Éxodo (2024), nace de la motivación
pública de romper fronteras y dignificar el español como lengua en Estados Unidos y en
el mundo. Canciones como «14:14» hacen referencia al hijo que se pierde, pero es
perdonado, pudiendo fungir como metáfora para el migrante o el exiliado. Además, este
género ha roto diversos paradigmas; ha reconocido, sin duda, a la piel morena y los
cuerpos robustos y esbeltos de las mujeres como una belleza natural, realzando la
belleza latina en el plano internacional”, mencionó.
El interés por crear esta investigación nace de la disrupción que Preciado Núñez
encuentra en este género, el cual, según apuntó, no puede ser señalado como culpable
de algún mal social.
“Es una expresión cultural y como tal no necesita defenderse, existe y es una manera de
entender el mundo. No lo podemos negar, estos artistas han demostrado que no hay
fronteras ni en la música ni entre países ni con el idioma. Estos jóvenes tienen una visión
contemporánea y honesta sobre el amor, el trabajo y las relaciones personales; quien
diga lo contrario es porque nunca se ha puesto a escuchar ni un solo corrido tumbado”,
subrayó.